Cuando uno escucha el nombre de esta ciudad, le vienen a la cabeza imágenes estereotipadas como el gueto, el comunismo, o como diría la madre de una amiga mía, los rusos. Pero, ¿se trata realmente Varsovia de una ciudad que se cae a pedazos, con carácter oscuro y en la que la gente bebe vodka sin parar? Obviamente todos esos clichés tienen, como todos, su pequeña porción de realidad. La cosa es que si nos dejamos guiar por los mismos, al llegar aquí nos daremos cuenta de que estamos completamente equivocados.
El primer día de cada mes de Agosto, los habitantes de Varsovia paran literalmente la ciudad durante un minuto. Se trata de un homenaje a los caídos durante el Levantamiento de Varsovia, la mayor rebelión contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que costó a los polacos, nada más y nada menos que unas 200 mil bajas y la decisión por parte de Hitler de reducir a polvo la ciudad.